Hoy quiero hablaros del método KiVa que se está empezando a conocer por las redes sociales y que es una iniciativa muy interesante de la que muchos países se podrían beneficiar. El método KiVa es un método instaurado en Finlandia con el objetivo de erradicar el acoso escolar o bullying en las escuelas.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de niños y adolescentes que sufren de este acoso en la actualidad, conviene reflexionar sobre si no sería de lo más interesante ponerse manos a la obra y hacer uso de métodos como Finlandia, un país que invierte muchos recursos a la educación y que tiene, por tanto, muchos aspectos que a nivel educativo deberían ser un referente para el resto de países.
El método KiVa, diminutivo de “Kiusaamista Vastaan” cuyo significado es “contra el acoso escolar”, ya se ha aplicado en el 90% de las escuelas de educación básica de Finlandia.
¿Cómo empezó el Método KiVa?
La primera fase fue la etapa de experimentación, en la cual el método KiVa se creó como una propuesta del propio gobierno finlandés con la comunidad educativa, y se empezó a aplicar en las escuelas de manera aleatoria.
Unos años más tarde se realizó un gran estudio para corroborar si el método KiVa estaba surtiendo efecto. En él participaron 234 centros de Finlandia y un total de 30.000 estudiantes con edades comprendidas entre siete y quince años. Se corroboró el éxito en dicho método, ya que los casos de acoso escolar habían disminuido en el 79% de las escuelas en las que se había instaurado.
¿En qué consiste el Método KiVa?
Cuando nos encontramos ante una situación de acoso escolar o Bullying, el pensamiento inicial a la hora de actuar, es trabajar de forma individual con alumno que está sufriendo dicho acoso (la víctima) y al alumno percusor del mismo (el agresor).
De esta manera, para la víctima de bullying escolar, consideraríamos que habría que trabajar su extraversión y seguridad de sí mismo, así como en el caso del agresor, trabajar con él para que desarrolle la empatía hacia su víctima y el resto de compañeros, consiguiendo ponerese en la piel del otro, y de esta manera, reducir las probabilidades de este comportamiento negativo.
A continuación podéis ver el Tráiler internacional del Método KiVa:
El método KiVa, sin embargo, busca actuar siguiendo una tendencia completamente diferente. El objetivo no está en ninguno de los dos roles que podríamos considerar principales (víctima y agresor de bullying), sino en los personajes secundarios (los espectadores o testigos), que en realidad no lo son tanto, ya que el comportamiento y reacción de éstos frente a una situación de acoso escolar, hará que refuercen positiva o negativamente esta conducta de acoso por parte del agresor.
En muchas situaciones de acoso escolar, los espectadores se acostumbran tanto a ver este tipo de situaciones que les resulta algo de lo más normal. No desean que les suceda a ellos, pero ven la situación de acoso y no hacen nada para ayudar a que no se suceda. Prefieren pasar desapercibidos, ya que la cosa no va con ellos y han tenido la suerte de no ser la victima que lo sufre. Este tipo de comportamiento habitual, refuerza la conducta del agresor, e incluso algunos testigos, por evitar que les suceda en un futuro a ellos, se ponen del lado del agresor y refuerzan su comportamiento mediante risas, alabanzas, animándolo y apoyando su conducta. El reconocimiento por parte de sus compañeros de la persona dominante y popular que quiere ser, fomenta que esta conducta se prolongue y se convierta en placentera para el agresor.
Por tanto, en el método KiVa los agentes de actuación son los espectadores, educándolos para que entiendan que no deben reír las gracias al agresor ni seguirle la corriente, ya que de esta manera, refuerzan esa conducta. La reacción adecuada ante situaciones de violencia y acoso, deben ser de completa desaprobación, haciendo que el agresor de bullying no vea ningún beneficio por su conducta de acoso. Al fin y al cabo, si no consigues lo que quieres, acabas dejándolo de hacer, ¿verdad?
Un cambio de perspectiva que conduce al éxito
Dejar de lado el primer pensamiento instintivo de actuar para educar a la víctima y agresor de bullying, y centrarse en los espectadores de las situaciones de acoso, puede considerarse una perspectiva de lo más innovadora, y culturalmente tiene unos beneficios que nos acompañaran durante toda nuestra vida.
Si en vez de ser seres pasivos que queremos pasar desapercibidos ante actos de violencia y acoso, ya que no va con nosotros la cosa, somos educados desde la etapa escolar a implicarnos en este tipo de contextos, considerando que el rol de testigo en situaciones violentas es un papel realmente importante que implica mucho más que estar ahí simplemente, sino que debemos actuar para el bienestar de todos, nos hará mejores personas y viviremos mucho más pacíficamente en sociedad.
Más información sobre el Método KiVa en el siguiente enlace: KiVa Program
* Imagen diseñada por Freepik.es
Psicología infantil