Hay que tener presente la enorme necesidad de intervenir precozmente en niños con déficit auditivo ya que la dificultad del pequeño para acceder a la totalidad de la información supondrá una reducción de la función comunicativa y requerirá de un aprendizaje por parte de padres e hijos de sistemas de comunicación diferentes desde los primeros años de vida. Aun y así, a pesar de la dificultad en el acceso al habla resultará posible un desarrollo normal del niño empleando la estimulación precoz. Los primeros meses de vida supondrán un periodo vital y muy sensible en los niños con sordera profunda o total y se deberán desarrollar unos niveles lingüísticos aceptables, siguiendo las etapas evolutivas similares que los niños oyentes para adquirir la comunicación gestual y vocal.
La intervención también se dirige a los padres y familia, ya que todos los miembros deben afrontar el aprendizaje de nuevos sistemas de comunicación. Estos objetivos son los siguientes:
- Los padres deben desarrollar una actitud positiva para observar e interpretar las conductas del pequeño.
- Deben interaccionar con el niño de manera eficaz y adaptada.
- Eliminar o reducir los desajustes afectivos que genera el diagnóstico dentro del seno familiar.
- Deben recibir un entrenamiento específico en las estrategias y sistemas de comunicación más eficaces y adecuadas según el caso, como en los sistemas alternativos o aumentativos.
Evaluación de los niños con déficit auditivo
La evaluación requiere una valoración no sólo del grado y tipo de déficit auditivo, sino también de la funcionalidad personal y necesidades especificas de cada caso.
La evaluación de la capacidad auditiva lo realiza un especialista médico a través de diversas técnicas:
- Audiometría: El audiómetro emite sonidos y los transmite por dos vías, la aérea (mediante auriculares) o por un canal óseo (hueso temporal). Después se mide el grado que queda representado en una gráfica.
- Audiometría vocal: Se emplea para la comprensión del lenguaje oral. Se utilizan diversos materiales y métodos fonéticos que permitirán determinar la capacidad y percepción y entendimiento de las palabras y sonidos.
Intervención de los aspectos auditivos
Se lleva a cabo mediante diferentes maneras, incidiendo no solamente en los aspectos auditivos sino también en las áreas de lenguaje y comunicación.
- Audífonos: Pequeños aparatos que amplifican el sonido, ayudando a la persona a oír mejor y a comunicarse y participar activamente en su entorno. Resultan muy beneficiosos para favorecer la maduración del oído puesto que incrementará la estimulación y capacidad neurológica, y favorecerá el lenguaje del niño.
- Implante coclear: Aparato transductor que transformalas señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Actúa a modo de procesador de señales. Es una de las ayudas más destacables en el tratamiento de algunos tipos de sordera siendo una auténtica revolución en el caso de las deficiencias auditivas profundas neurosensoriales. Para poder recibir un implante coclear es necesario tener sordera neurosensorial bilateral profunda o total, no poder beneficiarse de una prótesis auditiva o audífono y tener la seguridad de que el implante supondrá una mejora substancial para su calidad de vida.
Es importantísimo el empleo de ciertas técnicas para el desarrollo del lenguaje de los niños con este déficit. El objetivo principal es conseguir que el niño adquiera un código lingüístico que le permita acceder a la comunicación.
Métodos para intervenir en niños con déficit auditivo
- Lenguaje de signos: Es importante intervenir pronto con los padres para que aprendan la lengua de signos, especialmente si son oyentes y no están familiarizados con ella. Más tarde habrá que incidir sobre ello también en la escuela.
- Métodos orales puros: Se aprovechan los restos auditivos para la adquisición del lenguaje. Consisten en ejercitar la capacidad auditiva. Encontramos dos tipos: 1) Método audioral unisensorial (se ejercita la capacidad auditiva y comprensión del habla mediante el oído), y 2) Método audioral multisensorial (además de la capacidad auditiva, se emplean otras vías sensoriales como la táctil y la visual).
- Método oral complementado: Emplea la palabra complementada para evitar superar las dificultades experimentadas con la lectura labial.
- Método oral con dactilología: Consiste en acompañar con el habla, los gestos, de manera que se facilite la comunicación y expresión. Se puede aplicar desde los dos años de edad.
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