Uno de los grandes temas en la educación de nuestros bebés es cuando, cómo y qué deben empezar a comer después del período que se considera de lactancia exclusiva, ya sea materna o de fórmula, y empieza el periodo de la alimentación complementaria. Bien, las respuestas podrían considerarse sencillas: a los seis meses pueden empezar a tomar cereales o frutas y trituradas o en trocitos, a escoger. Ahora bien, la alimentación de nuestros hijos es algo que debemos considerar en función de muchos factores: el peso del bebé, su capacidad para masticar o chafar la comida con las encías, su disposición a probar nuevos sabores o texturas, la disponibilidad laboral de los padres para poder desarrollar mecanismos de alimentación con sus hijos que requieren de tiempo y paciencia.
¿Cuándo empezar con la alimentación complementaria?
La tendencia recomendada en la actualidad tanto por la OMS como por otros estamentos pediátricos en multitud de países es la de tomar leche de forma exclusiva hasta los seis meses. Así pues, a partir de los seis meses el pediatra os hará alguna recomendación al respecto de como introducir otros alimentos y qué alimentos.
Pero existen circunstancias que pueden hacer cambiar este hecho. En nuestro caso, cuando Luc tenía algo menos de 5 meses empezó a estancarse de peso. Esto no es un problema mientras el bebé esté sano y mientras no salga del percentil. El percentil es una medida que calcula el crecimiento, en peso, altura y medida del cráneo situándolo en una medida porcentual en comparación con otros niños de su misma edad. Un percentil 50 es un percentil en la media, si está por encima, por ejemplo 75, significaría que pesa más de lo que pesa la media de niños de su edad. En el caso del peso, suelen ser preocupantes los percentiles muy bajos si se estancan en el tiempo, puesto que tarde o temprano, acabaran saliéndose de la tabla, lo cual no es un buen indicador. Es lo que nos pasó a nosotros; y por eso, a partir de los 5 meses y una semana más o menos, empezamos, siguiendo la recomendación del pediatra, a ponerle un par de cucharadas de cereales al biberón que le dábamos antes de acostarlo por la noche. Notamos el crecimiento en el peso casi inmediatamente, al pesarlo una semana más tarde ya había subido.
Lo que tenéis que tener en cuenta es que siempre debéis consultarlo con el pediatra o enfermero, ellos os mostrarán los percentiles y vosotros podréis consultarles si consideran oportuno adelantar en unas semanas la introducción de los cereales por cuestiones de peso.
El «qué» y el «cómo» en la alimentación complementaria
Van bastante relacionados estos adverbios en este caso, puesto que no todos los alimentos se pueden introducir de la misma manera. Encontraréis por internet o en revisas un millón y medio de variadas tablas de introducción de alimentos, probablemente ninguna será igual y también probablemente os parecerá que vuestro hijo de seis meses no debería comerse una pechuga de pollo a la plancha “todavía”.
Como me ocurre, y en este artículo me ocurrirá mucho, os voy a dar mis recomendaciones personales, siempre teniendo en cuenta lo que nos comentó nuestra enfermera cuando nos encontramos en los seis meses y lo que nosotros experimentamos en ese tiempo.
¿Qué opciones tenemos para introducir los alimentos?
En otros artículos podríamos entrar directamente en la tendencia del Baby Led Weaning, que consiste en saltarse el paso de las papillas y pasar directamente a introducir los alimentos en trozos accesibles para los bebés, y que ellos se alimenten de esos trocitos. Sería una tendencia que en la actualidad parece estar más en alza, aunque hace tiempo que se ha practicado. Aunque frente a esta opción existe la opción de triturarle todo a los niños para asegurarse de que comen de todo y de que comen todo lo que se les pone en el plato.

Como siempre, la enemiga de los extremos os recomendaría dos cosas:
- Probad. Si queréis poner en práctica el Baby Led Weaning, informaos bien, buscad menús adaptados a esta tendencia y las recomendaciones que se hacen en las páginas webs en las que hablan de ello o en los libros que encontraréis al respecto. Es una tendencia positiva para los niños, ya que ganan independencia, pero tened en cuenta que comen mucho menos que cuando se les da triturada la papilla de frutas. Mucho menos. Pero podéis probar también en darle purés o papillas, las de cereales se recomiendan en los bebés de 6 a 8 meses por la mañana y por la noche, porque tienen nutrientes y fibra, se la suelen comer muy bien y si son bebés delgaditos les ayuda a coger peso fácilmente.
- Comprobad. Lo que es conveniente para vuestro bebé. A lo mejor no se adapta a comer trocitos, se cansa, le cuesta aprender a masticar antes de tragar como los pavos, se aburre, no le gusta el tacto de la comida, prefiere que se lo deis. O al revés. Tal vez vuestro hijo quiere intentarlo todo, probarlo todo y comerlo todo. ¡Genial!
¿Qué puede comer nuestro peque una vez empieza la alimentación complementaria?
La recomendación de nuestra enfermera y del pediatra fue que podíamos introducir verduras, carne y pescado, prácticamente todo, a partir de los seis meses, intentando no mezclar en una misma comida más de 3 alimentos, e intentando introducirlo progresivamente. Esto es: probar durante un par de días cada introducción novedosa.
También nos recomendó que probáramos a darle cosas a trocitos, pero que tuviéramos preparada una papilla después porque los trocitos a los seis meses más que alimentar, sirven para poner en práctica la habilidad haciendo el gesto de la pinza con los dedos.
Verduras
Hay alimentos que, tanto si decidís comerlos a trocitos como si decidís comerlos triturados son bastante recurrentes y dan muchas posibilidades.
- Las verduras cocidas o hervidas (siempre sin sal), podéis echar un poco de aceite (pero poco) y chafaditas, trituradas o en trocitos son buenas opciones: patata, zanahoria, calabacín, calabaza…
- Otras verduras sin cocinar, como tomate o pepino. No es recomendable ni acelgas ni espinacas, puesto que tienen muchos nitratos y no deben introducirse hasta el año y con consideraciones de una ración a la semana, máximo.
Carnes
Se recomienda introducir la carne progresivamente, primero carnes blancas: pavo, pollo, conejo. Después el cerdo y la ternera y ya en adelante, a partir del año cordero, que es una carne más fuerte. Y no se recomienda que los niños coman carnes cazadas por la cantidad de plomo que queda en el animal.
Pescado
Los pescados blancos son los primeros en introducirse, rape, pescadilla, merluza, lenguado… Los pescados azules como el salmón, la trucha marina deben introducirse más adelante, a partid de los 10 meses un año. Y peces grandes como el atún son recomendables en dosis muy pequeñas y mayoritariamente cuando los niños son más grandes, debido al alto contenido en mercurio al ser peces muy grandes. No deben comer marisco ni crustáceos puesto que contienen mucho cadmio además de que son de los alimentos más alérgenos que hay.
Otros
- Leche, huevos, quesos, yogures… El huevo se puede tomar desde los 8 meses en sus diferentes formas, los yogures y la leche entera se suelen introducir a partir del año, pero por ejemplo hay yogures específicos para niños a partir de los 8 meses o incluso podríais darle un yogur natural de vez en cuando y comprobar como lo digiere antes de repetir la jugada. Lo mismo con los quesos, a partir de un año pueden probarlos todos.
- Frutos secos. Los frutos secos por ser alérgenos no se suelen introducir cuando son tan pequeños, sino más bien cerca del año, más o menos a partir de los 10 meses. Y sobretodo, hay que introducirlos siempre triturados puesto que no se deshacen y suelen tener la medida perfecta de la garganta infantil. Así que, si no queréis sustos, triturar siempre.
Recomendaciones finales sobre la alimentación complementaria

Las etapas del menú:
Cuando Luc empezó a tomar la leche con cereales por la noche en el biberón nos fue super bien, engordó bastante y se puso en un percentil aceptable. De todas formas mi peque no es muy glotón y además es un bichito inquieto con lo cual, poco le queda en el cuerpo. Pero poco a poco va cambiando el menú:
A los seis meses, nuestro menú diario consistía en:
- Desayuno: papilla de leche con cereales.
- Comida: papilla de verduras y un trocito de carne o pescado. Un trocito del tamaño de la mitad de la palma de nuestra mano, no más.
- Merienda: papilla de frutas
- Cena: papilla de cereales.
Con los meses, veréis que este menú puede ir cambiando en función de muchas cosas. Hay que tener en cuenta que es bueno que prueben a comer comida a trocitos, quizá empezar por la fruta sea lo más fácil, porque les suele gustar. No es nuestro caso, Luc nunca fue amante de la fruta ni en papilla ni entera ni en nada. Pero cada niño es un mundo.
Las circunstancias que agravan el problema del aprendizaje alimenticio
En lo referente a la alimentación complementaria, también depende de quien esté con el bebé cuando come. Por ejemplo, si va a la guardería e incluso come allí, no creo que en la guardería estén dispuestos a darle trocitos a un bebé de seis meses, a riesgo de ahogarse. O como en nuestro caso, si estaba con los abuelos entre semana a la hora de comer, nosotros no pensábamos poner a nuestros padres en el compromiso de arriesgarse a hacerle probar cosas nuevas. Como siempre, lo mejor es que el bebé esté con sus papis siempre. Pero como eso no siempre es posible, hay que aprovechar los fines de semana, la cena o la merienda para hacer este tipo de probaturas.
Con un añito
Lo ideal es que, progresivamente, el pequeño cuando tenga un año ya coma de todo y si puede ser a trocitos y no siempre purés, mejor. Para eso es importante tener en cuenta dos cosas:
- Cada niño tiene un progreso, no es bueno comparar con otros niños ni forzar la situación. Si nuestro hijo se alimenta mejor a base de purés, sería mejor no forzarle e introducir los trocitos, por ejemplo, en cosas que sabemos que le gustan y así, progresivamente. Quien dice un año, dice dos años.
- Lo importante es que coman. No se les puede obligar a comer más si no quieren; además, a partir del primer año de vida los bebés crecen proporcionalmente menos de lo que han crecido durante los primeros doce meses, así que suelen comer menos también. Además de que comer a trocitos es más agotador que con una cuchara, claro. De todas formas, si el pequeño come demasiado poco o no coge peso, habría que introducir una papilla contundente al menos una vez al día, para no perder crecimiento ni estancarlo.
Material recomendado para descargar sobre la alimentación complementaria
Si os interesa, aquí tenéis material para descargaros de la Generalitat de Cataluña sobre la alimentación complementaria:
Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia (de 0 a 3 años)

Completa guía y recomendaciones para empezar con la alimentación complementaria y seguir con ella hasta la edad de los 3 años. Incluye los alimentos permitidos, cómo introducirlos, cantidades en gramos según los meses del bebé, etc. Una guía perfecta para seguir si vais a empezar con la alimentación complementaria.
Preguntas más frecuentes sobre alimentación de 0 a 3 años

Aquí encontraréis una serie de preguntas más frecuentes que suelen hacer los padres que os pueden resultar de interés. Quizás en una de ellas os resuelven dudas que vosotros también tenéis.
Dicho todo esto, es hora de comer y disfrutar. ¡Y lo que os vais a reír! ?
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