Desde el nacimiento, los bebés presentan el reflejo de succión, un reflejo primario que inicia su desarrollo durante la gestación. Algunos bebés ya succionan su dedo antes de nacer, ya que no sólo es imprescindible para su supervivencia porque les permite alimentarse, sino que, usado de forma no nutriva, les ayuda a relajarse, les tranquiliza y les aporta seguridad en situaciones que resultan estresantes para ellos.
Aunque no todos los pequeños lo necesitan y algunos, incluso, lo rechazan, el uso del chupete es una práctica ampliamente extendida en la sociedad actual. Responde, principalmente, a la intención de calmar al bebé lo antes posible. Si bien el chupete tiene como ventaja el efecto calmante y pacificador que proporciona, en los bebés, con un fuerte reflejo de succión, será más fácil de retirar que la succión digital. También existen una serie de inconvenientes y consecuencias cuando su uso es prolongado y que es importante conocer.
¿Cuáles son las consecuencias del uso prolongado del chupete?
- A los 3-4 meses de vida, los bebés comienzan a experimentar con la producción de los sonidos del habla y el hecho de mantener el chupete en la boca, puede interferir en este trabajo previo al desarrollo del habla (etapa pre-lingüística), dando lugar a una reducción del balbuceo y/o menor imitación de los sonidos emitidos por los adultos.
- Puede provocar alteraciones a nivel orofacial que comprometan la correcta articulación del habla (dislalias), así como afectar al resto de funciones orales, especialmente la respiración (patrón de respiración oral o bucal), la masticación y deglución (patrón de deglución atípica).
Más información sobre la dislalia: ¿Qué es la dislalia?
- Puede producirse deformación y estrechamiento del paladar (ojival), mordida abierta anterior (por interposición del chupete entre las arcadas dentarias superior e inferior), mordida cruzada posterior (alteración de la oclusión dental en el plano transversal) y adquisición de patrones musculares anómalos, entre otros.
- En relación a la posición lingual, puede observarse: lengua baja en reposo, ausencia de apoyo de la lengua sobre el paladar durante la deglución y automatización de un patrón de adelantamiento lingual, que da lugar a la colocación de la lengua entre los dientes superiores e inferiores o bien, presionando contra la arcada superior.
- Puede existir un mayor riesgo de sufrir infecciones estomacales y bucales por la acumulación de bacterias en el chupete (especialmente, si no se mantiene una buena higiene), así como infecciones auditivas en forma de otitis, ya que el movimiento de succión provoca la apertura de la trompa de Eustaquio (estructura que conecta el oído medio con la nasofaringe).
¿A qué edad es aconsejable retirar el chupete?
A pesar de la comodidad que el chupete puede suponer para los cuidadores, muchos expertos apuntan que lo mejor sería no recomendar su uso dadas sus numerosas desventajas. No obstante, en caso de utilizar el chupete, su uso continuado no debería prolongarse más allá de los 6 meses de vida. Debería limitarse, especialmente durante el día y en situaciones de interacción comunicativa, alrededor de los 8 meses e iniciarse su retirada antes de los 12 meses, momento en que el reflejo de succión comienza a desaparecer. En cualquier caso, sería conveniente que el chupete se hubiese abandonado completamente entre los 12 y 18 meses. Cada niño necesitará unos tiempos distintos y la estrategia empleada para su retirada deberá adaptarse a su temperamento, si bien esta debería realizarse con el tiempo y previsión suficientes para que su uso no se alargue más allá de los 2 años.
Recomendaciones generales respecto al uso del chupete
- Introducir el chupete cuando la lactancia materna esté bien instaurada (hacia el mes o mes y medio de vida, aproximadamente) por si pudiera interferir en ella.
- No crear la necesidad o fomentar la dependencia del chupete:
- No dárselo si no muestra interés por él.
- Usarlo sólo cuando el pequeño no logre tranquilizarse de cualquier otra forma.
- No ponérselo si se queda dormido, se le cae y no se despierta para pedirlo.
- Evitar que tenga el chupete siempre a su alcance (colgado de la ropa, cerca de la boca cuando está tumbado en la cuna…).
- Mantener una buena higiene, cambiarlo con frecuencia, que sea adecuado a la edad del bebé y que, preferiblemente, cumpla las siguientes características:
- Tetina anatómica, que es la forma más parecida al pezón materno que se adapta mejor al paladar del bebé y permite reducir el riesgo de deformaciones orofaciales.
- Libre de Bisfenol A (BPA), un componente empleado en la fabricación de algunos plásticos, entre ellos los usados en biberones y chupetes.
- Evitar los chupetes fabricados con caucho, ya que es un material muy poroso en el que pueden acumularse una mayor cantidad de bacterias. Tampoco están recomendados los chupetes de látex, que tienden a deformarse y ensancharse con el uso.
Chupetes de 0 a 18 meses
A continuación, tenéis una selección de chupetes recomendados según la edad de vuestro pequeño. Pincha encima de la imagen para saber más sobre el chupete, características y precios.
Chupete de 0 a 3 meses
Chupete de 0 a 6 meses
Chupete de 6 a 18 meses
Chupete de 6 a 18 meses
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