¿Qué es la psicomotricidad fina?
La psicomotricidad fina hace referencia a aquellos movimientos del cuerpo que requieren más destreza, precisión y habilidad, ya que requiere un mayor dominio y control, especialmente de manos, brazos y pies. Esta habilidad exige la participación de muchas áreas del cerebro y la coordinación de funciones neurológicas, esqueléticas y musculares. Suele adquirirse de forma natural a medida que se va creciendo y ganando madurez, y paralelamente mejora el control de la motricidad gruesa (movimientos más globales que implican todo el cuerpo).
La psicomotricidad fina está implicada en el aprendizaje, en la maduración y salud psicológica y en las relaciones sociales del propio niño, ya que es la destreza por esencia que relaciona al niño con su entorno.
Los objetivos de trabajar la psicomotricidad fina son desarrollar el esquema corporal y favorecer la lateralidad; favorecer la atención, la concentración y prevenir dificultades en la lectoescritura; mejorar el equilibrio y la coordinación manual y óculo-manual, así como la capacidad viso-espacial; y asociar el mundo táctil, perceptivo y visual.
Maduración de la psicomotricidad fina por edades
- De los 0 a 2 meses: reflejo de prensión (aprietan la mano si se les roza).
- De los 2 a 4 meses: se inicia la coordinación óculo-manual (al ver los objetos intentan cogerlos).
- De los 4 a 5 meses: cogen un objeto cercano sin tener que mirar sus manos.
- A los 6 meses: golpean los objetos o incluso se los acercan a la boca. Pueden pasar un objeto de una mano a otra. Hacen palmadas.
- A los 10 meses: cogen los objetos con toda la mano y pueden empujar con el dedo índice.
- A partir del 1er año: aparece el agarre de pinza o empuñadura, es decir, la capacidad de sostener objetos pequeños o grandes entre el dedo pulgar y el índice. Empiezan a comparar, apilar, colocar objetos unos dentro de otros, apilar bloques, tirar de los hilos, jugar con plastilina o arcilla, y utilizar lápices o ceras para dibujar.
- A partir de los 3 años: aprenden a hacer movimientos más complejos, como coger objetos de grande tamaño con firmeza y coger objetos pequeños con precisión. Algunos ejemplos son el manejo de los cubiertos o sonarse la nariz.
- A partir de los 5 años: pueden dibujar figuras reconocibles humanas, cortar, pegar y trazar formas. Son capaces de apretar botones visibles y, muchos de ellos ya tienen la capacidad de anudar los cordones de los zapatos. A partir de esta edad el niño suele tener definida su mano preferente.
Actividades para desarrollar la psicomotricidad fina
A continuación exponemos algunas actividades que ayudaran a los niños a desarrollar su psicomotricidad fina. Hay que tener en cuenta que hay muchas variaciones y adaptaciones según su edad, su necesidad, su maduración y sus intereses.
- Trasladar pequeños objetos como lentejas, garbanzos, semillas de un plato a otro usando solo el índice y el pulgar.
- Agarrar, pellizcar (usando o no unas pinzas) pompones de lana de un recipiente a otro. Podemos utilizar bolas de diferentes colores que deban introducirse en recipientes del mismo color.
- Imitar con las manos movimientos de animales: león, ave, pájaro en vuelo.
- Clasificar botones de diferentes colores en boles de diferentes colores.
- Enroscar y desenroscar tapones con la botella del color que les corresponda, de este modo trabajamos no solo motricidad fina, sino también asociación de formas y de colores.
- Hacer introducir en un colador espaguetis o pajitas por cada uno de los agujeros.
- Insertar macarrones en espaguetis, o bien, utilizar piezas grandes e introducirlas en hilo de pescar para hacer collares.
- Jugar con la plastilina, apretarla, exprimirla, amasarla, estirarla, enrollarla, pellizcarla… todo ello ayuda a fortalecer los músculos de los dedos.
- Hacer churros de plastilina y cortarlos con las tijeras.
- Rellenar figuras con diferentes materiales como semillas, papel cortado, fideos (estrellitas, letras, etc.).
- Rellenar figuras dibujadas en una cartulina con pegatinas (estrellas doradas, círculos rojos, triángulos azules) haciendo corresponder la figura dibujada con la pegatina. Se desarrolla así, la destreza de despegar y pegar la pegatina.
- Otra variante de este mismo juego sería, reseguir las figuras de las cartulinas con las mismas pegatinas.
- Reproducir construcciones realizados con bloques de madera. Se puede realizar en grupo, hay que quitar un bloque de madera de la torre y ponerlo en la cima.
- Realizar rompecabezas: primero de figuras completas que deban encajar en agujeros, después partes de una figura y al final paisajes.
- Hacer castillos con vasos de plástico.
- Hacer trenzas con lana.
- Unir cada dedo de la mano derecha con cada dedo de la mano izquierda uno por uno y aumentar la velocidad a medida que el niño domine la actividad.
- Utilizar los bloques de LEGO para introducir en cada uno de los agujeros una gota de agua medida con una pipeta de plástico o un cuentagotas.
- Abrochar y desabrochar botones, cinturones, cierres y corchetes.
- Introducir palillos en los agujeros de un bote de especias o un bote que diseñemos nosotros mismos (coordinación viso-motora).
- Trasladar canicas de un cuenco (moldes, boles de cerámica o cristal) a otro, utilizando cucharas, pinzas de cocina, o los propios dedos (haciendo la pinza).
- Apretar, sacudir, agarrar, soltar, frotar palmas y objetos de diferentes texturas y tamaño.
- Pintar con los dedos usando pintura, agua, barro o acuarelas.
- Facilitar lápices de colores gruesos de cera o plásticos para trabajar el dibujo libre o garabatos.
- Repasar o rellenar con pincel líneas marcadas o dibujos impresos.
- Recortar con tijeras (de punta redonda) formas como líneas, curvas, espirales, etc.
- Cortar papeles en trozos muy pequeños.
- Enroscar y desenroscar tapas de botellas, frascos, latas, etc.
- Usar unas simples pinzas de tender ropa de diferentes colores y que tengan que colocarlas en tiras de papel con cuadrados de colores (se trata de que identifiquen el mismo color de cuadrado que de pinza). De este modo estarán fortaleciendo los dedos índice, corazón y pulgar, y midiendo la fuerza que tienen que hacer en la presión.
- Colocar gomas de pollo o gomas de pelo en tubos de cartón del papel de váter, por ejemplo.
- Traspasar el agua de un recipiente a otro, a través de una esponja (un recipiente está lleno de agua y el otro está vacío). De este modo exprimiendo la esponja se fortalecen tanto las manos como los antebrazos.
- Picar con el punzón primero libremente y luego dentro de una superficie o siguiendo los límites de una figura.
- Jugar con tuercas, tornillos y destornilladores (adaptados a ellos) para que pongan en práctica su agilidad óculo-manual.
- Sacar tapones de plástico de botellas (flotan) de un cubo lleno de agua con dos palos largos de madera (haciendo pinza) utilizando las dos manos.
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