Vivir situaciones en las que tu hijo te pide con esa carita triste que lo dejes en la cama, que no se encuentra bien y que prefiere no ir a la escuela, sino que lo que quiere es quedarse contigo y que le hagas compañía, es algo que puede suceder en muchas familias, por lo que no hay que alarmarse por ello y lo importante es centrarse en buscar cuál es el origen de este comportamiento.
Lo primero que debes hacer es cerciorarte que tu hijo o hija realmente está enfermo, ya que muchos de ellos lo utilizan como excusa para no ir a la escuela, pero podria ser que se encontrara realmente enfermo. Sin embargo, si es una conducta que suele ser habitual, es muy posible, que se esté tratando de una excusa para no asistir a la escuela. Es importante que a pesar de ello, intentes no modificar en exceso tu rutina habitual y te adaptes de la mejor manera posible.
Si te das cuenta que no es cierto que esté enfermo y que tan sólo lo está diciendo para no ir al colegio, es necesario que le hagas saber que todos tenemos deberes y responsabilidades. Asimismo, como tu tienes que ir al trabajo, incluso cuando en ocasiones no te apetece mucho ir, él tiene que ir a la escuela también.
Para crear un ambiente más relajado, puedes decirle cosas tales como, quizás te encuentras cansado, es probable que tengas que ir a dormir un poco más temprano por la noche. De esta manera, le ofreces opciones reales que pueden aminorar su estado emocional que posiblemente impide que quiera asistir al colegio.
Pero… ¿Por qué mi hijo dice que está enfermo para no ir la escuela y qué debo hacer?
Pueden haber varias razones al respecto por las que tu hijo dice que está enfermo para no ir a la escuela, y deberás reflexionar acerca de ellas para averiguar cuál es el origen de este comportamiento.
Es muy habitual esta actitud en niños muy amadrantados, que quieren estar mucho tiempo con la madre o el padre y les cuesta separarse de ellos. En este caso, debes tener en cuenta que hay que darle más espacio a tu hijo y que no es bueno que sea tan dependiente, ya que después, estos niños tienen dificultades y se muestran reacios a ver más allá de sus padres, a experimentar y a relacionarse con otros niños o estar en otros ámbitos fuera del entorno del núcleo familiar.
También aparecen estas conductas en casos en los que el padre o la madre no dedican el tiempo suficiente a sus hijos, ya bien sea por trabajo o por múltiples motivos. El niño busca desesperadamente pasar más tiempo con ellos y se inventa excusas para compensar esa necesidad. En esta situación, deberás buscar momentos en los que disfrutar con tu hijo, no tienen porque ser momentos muy extensos, pero deben gozar de una buena calidad en vuestra relación. Podéis jugar a algún juego juntos, contaros qué tal os ha ido el día, buscar que te ayude en algunas tareas conjuntas de la casa… Que tu hijo se sienta participe de ti.
Los problemas en la escuela son motivo de estas conductas en muchas ocasiones. Si el niño ha vivido o esta viviendo alguna situación que le desagrada, le incomoda o que le afecta a nivel emocional, de aprendizaje o motivacional en la escuela, puede buscar la manera de evitar estas situaciones, no asistiendo a la escuela, y así, alejándose del foco de su malestar. En este caso, es muy conveniente mantener una estrecha relación entre tutores/profesores y padres. De esta manera, podrás saber qué es lo que sucede en la escuela a tu hijo y hallar la manera de solucionarlo.
El exceso de actividades extraescolares también puede ser motivo de que el niño diga que está enfermo para no ir a la escuela. Un niño que recibe mucha actividad y que su gasto de energía es elevado, puede sentirse cansado, agotado, abrumado… Y cuando se levanta por la mañana, desea tener un momento de tranquilidad y desconexión. En estos casos, es conveniente evaluar si es necesario que tu hijo realice tantas actividades y buscar más tiempo libre para él, en el que pueda estar tranquilo y relajado. Irse a dormir más temprano, para descansar mejor durante la noche, también ayudará a su estado emocional y físico.