El ajedrez es un juego mental en el que se requiere una gran concentración y una capacidad de análisis muy elevada, así como las habilidades de autocontrol y anticipación. Está relacionado con la inteligencia, ya que es un estupendo entrenamiento mental, que a la vez de hacer disfrutar a los niños con su juego, potencia muchas habilidades que ayudan a desarrollar y potenciar sus competencias. Un juego sensacional con múltiples beneficios psicopedagógicos.
Beneficios psicopedagógicos del ajedrez
- Intensifica la capacidad de concentración, ya que esta capacidad es una de las más importantes a la hora del juego. El jugador debe enfrascarse de tal manera en la partida, que olvida el resto de su entorno mientras está jugando. La concentración es una habilidad clave para los estudios, realizar todo tipo de tareas…, y por tanto, ayuda en todos los entornos de la vida del niño.
- Mejora la capacidad lectora. Los niños que juegan habitualmente al ajedrez, desarrollan su capacidad lectora con más facilidad, debido a que practicar el ajedrez, como ya se ha mencionado, estimula la capacidad de concentración. Pero además, automatiza en el cerebro del niño las habilidades relacionadas con el reconocimiento y la asociación de signos, que se ponen en práctica también en la lectura.
- Desarrolla la inteligencia lógico-matemática y el cálculo mental, ya que jugando al ajedrez se activa la capacidad de análisis, asumiendo problemas, alternativas y resultados.
- Mejora la memoria, ya que en el ajedrez es muy importante recordar los movimientos que tienen más probabilidades de éxito a través del ensayo-error y la experiencia obtenida en cada partida.
- Estimula la creatividad, dado que el ajedrez activa las áreas del cerebro relacionadas con esta habilidad. Los problemas que se plantean mientras se lleva cabo una partida de ajedrez pueden ser resueltos mediante el análisis de éstos, pero también se activan los procesos relacionados con la intuición y la originalidad.
- Promueve la toma de decisiones en distintas situaciones en las que el niño deba enfrentarse a lo largo de su experiencia y de su vida. Esto se debe a que el ajedrez establece unos valores determinados que si se interiorizan, darán lugar a decisiones más acertadas. Algunos de estos valores son: el autocontrol, el análisis y planificación, la previsión y capacidad de anticipación, así como las relaciones de causa-efecto.
De esta manera, también desarrolla la inteligencia emocional de los niños al afrontar la toma de decisiones por ellos mismos.
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