3. Estilos parentales: Modelo Permisivo
- Se muestran indiferentes ante las actitudes de sus hijos, ya bien sean positivas o negativas, no muestran distinción de respuesta entre unas u otras.
- Evitan la afirmación de autoridad y son muy flexibles en el establecimiento de normas.
- Se establece una relación afectiva y una comunicación muy alta entre padres e hijos, por lo que los padres son capaces de acceder fácilmente a los deseos e intereses de sus hijos.
- Se hace muy poco uso del control, pocos castigos, se demanda muy poco a los hijos… Se les deja ir a sus aires, por lo que son libres de realizar las actividades que los niños deseen sin supervisión. Puede parecer una forma de abandono hacia el niño, ya que no establecer unos límites, puede dar lugar a conductas por parte de los hijos, peligrosas y dañinas. Son extremadamente permisivos.
- Alto nivel de tolerancia con los hijos y aceptan sus comportamientos impulsivos.
- Los padres, al usar poco los límites y a tolerarle tantas conductas inadecuadas, fomentan que los niños acaben ejerciendo el control sobre sus padres, establecer normas y exigencias ante ellos. Son los padres los que se adaptan a las necesidades de sus hijos que toman el control de la relación.
- Los niños tienen baja competencia social y tienden a no respetar las normas ni las personas. Generalmente, o tienen sus propias normas o no tienen normas. Sus conductas son inmaduras y no poseen buenas habilidades para controlar sus impulsos.
- Son niños alegres, muy expresivos, aunque son inseguros e inestables emocionalmente, por lo que pueden tener una autoestima y autoconcepto bajos.
- Sus logros escolares son bajos ya que posee escasa motivación y graves carencias en autoconfianza y autorresponsabilidad.
4. Estilos parentales: Modelo Negligente
- Ausencia de normas, exigencias y control. Pero en ciertos momentos, aparece un control excesivo hacia sus hijos (lo cual confunde al niño).
- Poca expresión de afecto por parte de los padres y baja comunicación. Predominan conductas frías y distantes hacia sus hijos.
- Los padres se implican muy poco en la crianza de sus hijos y desatienden sus necesidades básicas con frecuencia. Invierten muy poco tiempo con sus hijos.
- Baja sensibilidad hacia las necesidades de los niños.
- Los niños suelen tener baja autoestima y no ser capaces de manejar correctamente sus emociones.
- Estos niños tienen dificultades para seguir las normas y para establecer empatía con los demás. Les resulta complicado percibir las necesidades de los otros.
- Escasa competencia social y motivación de capacidad de esfuerzo.
- Son niños inmaduros y con un poco control hacia los impulsos. Pueden ser agresivos.
- Aparentemente se pueden ver como alegres y vitales.
- Este es uno de los estilos parentales que está relacionado con ciertas formas de maltrato infantil.
Debemos tener claro que no existe un estilo parental que sea ideal, pero sí que pueden haber actitudes en los padres y procesos educativos que se desarrollan durante la crianza del niño que influenciaran en las características particulares de cada niño, de sus relaciones con los demás, de los lazos que se establecen con su familia, de la percepción de sí mismo y como ve el mundo que le rodea.
Lo adecuado es establecer un modelo flexible que se ajuste a las necesidades individuales del niño y que se establezca una relación parental asertiva con una buena comunicación y feedback. Los padres deben demostrar su afecto y a la vez establecer unos límites, de manera que se vean equilibrados para que se permita el desarrollo de una relación sana entre padres e hijos. Promover conductas prosociales y motivarles a la superación y el esfuerzo personal para que tengan iniciativa y se puedan asegurar un futuro exitoso.
* Dibujos realizados por Laura Aguilera © Copyright Psico Ayuda Infantil
Psicología infantil











Buenas Laura. Al final como bien dice el refrán lo que vemos hacemos. Y los niños finalmente reproducen lo que ven en casi todos los casos. También nunca hay que ser de extremos. Siempre he pensado que hay que dejar a los niños su espacio de decisión, pero sin ser descuidados con ellos. Gracias por este magnifico articulo. Un saludo ::))
Gracias Laura por esta información tan valiosa para nosotros los padres.
Hola Laura,
Otra vez lo has vuelto ha hacer, me encantan tus artículos, fáciles de leer, de entender y de poner en practica, siempre aportas conocimiento y consejos útiles para poner en practica.
Al final lo resumes en que la mejor estrategia es la de la flexibilidad, pues cada niño es un mundo y como tal se le tiene que tratar como ser individual, ¿Cuantas veces hemos escuchado eso de?
-No entiendo como son tan diferentes si a los dos los he tratado igual.
¡Grave error!
Todos los que somos padres, (Yo por partida doble) entendemos que la educación de un hijo es muy difícil, recuerdo cuando nació mi primera hija, lo primero que le dije al medico fue… ¿Esto donde tiene el libro de instrucciones?
Menos mal que la naturaleza nos ha provisto de las armas necesarias para aprender a gestionar esta faceta de la vida de forma escalonada.
Siempre pienso lo mismo, los hijos son el resultado de la actuación de los padres durante las fases iniciales de la educación, desde que nacen hasta ¿Los 8 o 10 años? creo que si en ese periodo de edad les inculcas unas normas y unos valores cuando llega la «edad del pavo», la adolescencia, es mas fácil que exista un entendimiento por las dos partes.
Muchas gracias por este tipo de aportaciones.
¡Estamos conectados!
Como todo en la vida, lo ideal sería el modelo democrático, dejad a los niños llegar a saber qué está bien y qué está mal para que vayan tomando sus propias decisiones (adecuadas, o aprendan de las erróneas). Muy interesante el post.
Hola Laura, es muy interesante todo lo que cuentas en este post. Leo tu reflexión del parrafo final y me pregunto ¿como puedo motivar a mis hijos a la superación y al esfuerzo personal? Hoy en día en que la mayoría de los niños tienen de todo es muy complicado inculcarles el valor del esfuerzo y la superación. Si pudieses darnos unas pautas para promover esta actitud en nuestros hijos sería muy enriquecedor. Seguramente el tema da para un post-it completo y mucho mas; te animo a que lo publiques personalmente lo considero un tema clave para la educación de nuestros hijos hoy en dia.
Muchísimas gracias por adelantado.
Elena
Hola Elena, aunque hoy en día sí es cierto que los niños gozan de unas comodidades que en otros tiempos no tenían, el valor del esfuerzo y la superación depende de la educación y la crianza. No porque tengan acceso a una consola (por ejemplo) significa que no tengan metas y quieran superarse, debemos saber compaginar ambas cosas y hacerles entender que el esfuerzo conlleva unos premios.
El premio principal que deben tener en cuenta es más bien emocional, la sensación de sentirse bien por haberse esforzado. Es el premio emocional el que influye en su autoconcepto y su autoestima. En este sentido, la escuela tiene un papel primordial, por lo que el trabajo de los profesores, la dinámica de las clases y el estilo educativo es muy importante. En casa debemos ayudar a nuestros hijos a reforzar sus esfuerzos, a animarlo a seguir, elogiarlo, y sobretodo centrándonos en el proceso, más que en los resultados.
Con los premios físicos hay que tener más cuidado (como podría ser el jugar con una consola si ha realizado los deberes que tenía del colegio), ya que el niño puede estar más pendiente de acabar la tarea por conseguir jugar a la consola en este caso, y no trabajar bien en el proceso de aprendizaje (no se está esforzando, realiza rápido los deberes, no atiende 100% a la actividad…), porque su foco de atención se centra en que quiere el premio físico, en este caso, como pongo el ejemplo de la consola. Es importante que los niños entiendan que el esfuerzo conlleva el aumento del aprendizaje y por consiguiente una satisfacción personal. Es decir, trabajar a nivel emocional.
Tengo en cuenta tus peticiones para la realización de un artículo sobre el valor del esfuerzo y la motivación en los niños. Es un tema muy interesante y vital para el desarrollo de los pequeños.
Saludos y gracias por tu comentario.