- Ayudar a nuestro hijo a que experimente y encuentre aptitudes e intereses propios. Reforzaremos y potenciaremos sus capacidades animando a nuestro hijo a que mejorare sus habilidades en las tareas en las que necesita más refuerzo y potenciaremos las actividades y aptitudes que más le gusten y con las que se desenvuelve con más facilidad. Por ejemplo, si nuestro hijo tiene problemas con las matemáticas, ayudaremos a que mejore en la comprensión y realización de los ejercicios, y por otro lado, si es muy habilidoso en las ciencias, le animaremos a que continúe y se interese por conocer más y perfeccione esa asignatura que se le da muy bien y además disfruta con ella. Si hace algo mal, a la hora de la realización de las tareas, se le corrige sin problemas, debemos ser críticos, dentro de una normalidad que vendrá justificada por la la edad que tenga nuestro hijo. En todo caso, debemos corregir sus errores, pero no a él. Lo que ha realizado está mal, pero él no es malo, ni es tonto. Eso debemos dejarlo muy claro,ya que pueden mostrarse sensibles y atribuirse los errores como algo más personal.
- Fomentaremos su autonomía. Es importante para que nuestro hijo adquiera responsabilidades, tanto en el ámbito de la escuela (ayudar a mantener el orden en el aula,…), como en el hogar familiar (hacer su cama, etc.). Se empieza por tareas sencillas como las que hemos descrito, y a medida que vaya avanzando la edad del niño, iremos añadiendo tareas más complejas. Si un niño tiene responsabilidades que recaen exclusivamente en él, o que almenos tiene la libertad de poder hacerlas él mismo sin problemas, sentirá una sensación de autonomía que le ayudará a afrontar con una actitud más activa los nuevos retos que se le planteen, los problemas que surjan y las situaciones que puedan ser más perturbadoras (viéndose capaz de tomar sus propias decisiones).
- Podemos trabajar la relajación con nuestro hijo. Le animamos a que se de un baño con agua caliente, le ponemos música suave, entrenamos juntos la respiración profunda (cerramos los ojos y respiramos profunda y lentamente de forma controlada respetando tiempos para inspirar y expirar el aire), o también podemos practicar yoga con él. El yoga para niños actualmente se está realizando cada vez más y tiene muchos beneficios.
Podéis visitar nuestro artículo: El Yoga para niños.
- Dejarle tiempo para que esté solo o que realice las tareas o actividades que a él más le gustan (como leer, pintar, bailar, tocar algún instrumento, patinar, etc.). Es una buena manera de que nuestro hijo, si se siente angustiado, pueda evadirse durante un rato y se relaje él sólo con actividades placenteras.
- Y por último, ayudaremos para fomentar el apoyo social de nuestro hijo con otros niños. Las relaciones sociales del niño con otros niños de su edad son muy relevantes en la infancia. Cuantos más amigos tenga nuestro hijo, más apoyado se sentirá a la hora de tener que superar sus problemas. Podemos apuntar a nuestro hijo a que realice alguna actividad que potencie sus aptitudes y así, desarrollará estrategias para afrontar sus problemas y construirá una buena red de apoyo social.
La ayuda por parte de los padres y de los profesores son los factores más importantes para ayudar al niño a que sea capaz de afrontar en la mejor medida posible su ansiedad ante los exámenes. Consideramos relevante mencionar que muchas veces la dinámica en la escuela y el estilo docente condiciona y refuerzan la ansiedad y el estrés por la obtención de unas notas altas. Por ejemplo, un profesor no debería comparar en clase un alumno excelente con los demás niños diciendo «Qué gran presentación María. Todos tenéis que aprender de María, es una presentación estupenda. Tenemos que intentar hacerla tan bien como ella». Muchas veces los profesores no son conscientes de la repercusión que tienen sus comentarios. En este caso, están enviando el mensaje de que los demás niños no son tan listos como María y deberían esforzarse para parecerse a ella. Y en el caso de María, se reflejan unas expectativas muy elevadas por parte del profesor, por lo que María se siente que debe estar a ese nivel, no puede bajar la guardia porque lo ha hecho muy bien y el profesor la ha elogiado mucho. Debe seguir trabajando duro, ya que no puede flaquear. Esto conlleva un peso y unas responsabilidades en María para las que no está preparada. Por eso es importante, que tanto padres como profesores, evalúen el trabajo del niño, no por los resultados, sino por el esfuerzo que ha realizado en el camino.
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