Hace años, contarles un cuento a los niños antes de irse a dormir era una actividad que practicaban prácticamente todos los padres. Era un momento de complicidad único que compartían con sus hijos. Hoy en día el ajetreo y las exigencias de la vida diaria puede hacernos más complicada esa tarea, sin embargo, es aconsejable intentarlo y buscar un tiempo breve para disfrutar de la lectura y promover su desarrollo en valores, su imaginación e interés por descubrir nuevos mundos, así como enriquecer su vocabulario y capacidad lecto-escritora. El vínculo afectivo entre los miembros de la familia también se verá fortalecido.
Los cuentos infantiles ayudan a los niños a reflexionar sobre diferentes situaciones. También son buenos para estimular la memoria y las ganas de expresarse. Si el niño se identifica con la historia, que pasa más de lo que nos creemos, puede ayudarle a superar sus propios miedos e inquietudes, y a entender ciertas situaciones.
Innovación en los cuentos infantiles
Con esta nueva sección de cuentos infantiles quiero mostraros cuentos clásicos, pero contados de una manera diferente. Sabemos que no a todos los niños les puede gustar disfrutar de los cuentos en la cama antes de dormir, sobre todo hoy en día con la revolución de las nuevas tecnologías en las que se decantan fácilmente por aparatos móviles y la televisión.
Desde el canal de youtube de Peppa Magic Channel os quiero mostrar el vídeo cuento infantil de La caperucita roja y el lobo feroz, donde aparecen dos innovaciones muy divertidas. La primera es que el cuento está narrado por un niño, y la segunda es que la historia se va dibujando a medida que avanza el cuento. Seguro que el formato les divertirá mucho, así como oir la voz de un niño relatando la historia.
Vídeo Cuentos Infantiles – La caperucita roja y el lobo feroz
A continuación podéis leer el cuento con la versión original de Charles Perrault, creador de la obra literaria Caperucita y de otros grandes éxitos como Pulgarcito o El gato con botas. Recordad que aunque tengamos un vídeo tan especial, podemos leerles igualmente el cuento antes de que se duerman.
Cuento infantil – La caperucita roja y el lobo feroz
Había una vez una niña muy linda que vivía en el bosque con su mama, que le había hecho una capa roja para protegerse del frío y el viento. A la niña le gustaba tanto la Caperucita que la llevaba a todas horas, por lo que que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un día, su abuelita que vivía al otro lado del bosque se puso malita y su madre le pidió que le llevase unos pasteles, frutas y miel.
— Querida hijita, llévale estos alimentos a la abuelita y sobre todo no te apartes del camino, ya que en el bosque hay lobos y es muy peligroso —le dijo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles. la fruta y la miel y se puso en camino.
Caperucita tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas…
De repente se encontró al lobo delante de ella, que era muy muy grande y con su voz ronca y temible le preguntó a Caperucita.
— Caperucita, Caperucita. ¿A dónde vas tu tan bonita?
— A casa de mi abuelita —le respondío Caperucita.
— Te reto a una carrera —le dijo el lobo—. A ver quien llega antes a casa de tu abuelita. Te daré ventaja, yo iré por el camino más largo, tu puedes tomar este atajo.
—De acuerdo —dijo Caperucita, sin saber que el atajo era en realidad un camino más largo.
Caperucita se puso en camino atravesando el bosque , no haciendo caso a su mama y en un momento dado del camino se entretuvo cogiendo flores.
— La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de lo que hay en la cesta —pensó Caperucita.
Mientras tanto, el lobo se fue muy rápido y sin perder el tiempo a casa de la abuelita, llamó a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita.
El lobo feroz devoró a la abuelita y se puso en la cama y se vistió el camisón y el gorro rosa de la abuela.
Caperucita llegó contenta a la casa y al ver la puerta abierta entro y se acercó a la cama y vio sorprendida que su abuela estaba cambiada.
— Abuelita, abuelita. ¡Qué ojos más grandes tienes!
— Son para verte mejor —dijo el lobo imitando la voz de la abuela.
— Abuelita, abuelita. ¡Qué orejas más grandes tienes!
— Son para oírte mejor —siguió diciendo el lobo.
— Abuelita, abuelita. ¡Qué dientes más grandes tienes!
—Son para…¡comerte mejoooor! —gritó el lobo abalanzándose sobre Caperucita roja.
Caperucita comenzó a correr por la habitación gritando desesperada. Mientras tanto, un cazador que en ese momento pasaba por allí, escuchó los gritos de Caperucita y fue corriendo en su ayuda. Entró en la casa y vio al lobo intentando devorarla.
El cazador le dio un golpe fuerte en la cabeza al lobo y cayó al suelo desmayado, sacó su cuchillo, rajó su vientre y sacó a la abuelita que aún estaba viva.
Para castigar al lobo malvado, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.
Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto y Caperucita roja había aprendido la lección. Prometió a su abuelita no apartarse nunca del camino como le había dicho su mamá y no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino.
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