La técnica del Sándwich es una técnica muy interesante dentro de la comunicación asertiva, que se emplea tanto entre adultos, como de adultos a niños. La comunicación asertiva es esencial para poder defender nuestros derechos, sentimientos y necesidades sin miedo a ser rechazados y a sentirnos culpables, y respetando al otro sin que se sienta atacado.
La Técnica del Sándwich puede aplicarse en multitud de situaciones, pero debemos de tener en cuenta que no la podemos utilizar de forma sistemática, ya que perdería su eficacia. La podemos utilizar para:
La Técnica del Sándwich consiste en realizar una negativa a una petición inmediata o una crítica a una conducta del otro, introduciendo antes y después de ésta dos mensajes positivos. Se trata de un mensaje de 3 capas:
Al tener dos mensajes positivos, nos ayuda a que el interlocutor reciba mejor nuestra crítica y no perciba solo el mensaje negativo. Así evitamos que éste pueda enfadarse y sea más probable que acepte nuestro desacuerdo.
Esta técnica también puede aplicarse a niños a partir de 5 años y es efectiva para reducir las conductas disruptivas. Deberemos de tener en cuenta, que los más pequeños requieren saber siempre lo que esperamos de ellos. Así, ante cualquier conducta que queramos cambiar, la técnica deberá de aplicarse justo después de que aparezca para que sea lo más efectiva posible. Los tres mensajes nos permitirán reforzar sus fortalezas y logros, mejorando en última instancia su autoestima, realizar una crítica constructiva sobre una conducta que queremos reducir, y motivarlo para que mejore su desempeño en un futuro.
Las tres capas son primordiales y deberán de estar bien preparadas para que tenga éxito la técnica. Por ello, vamos a poner varios ejemplos con cada paso, y a partir de aquí solo deberemos entrenar los mensajes positivos que más nos representen.
El primer mensaje a introducir será positivo, amable, breve, conciso y verdadero, que se relacione con la crítica o la petición. El objetivo último será que la otra persona o el niño se sienta respaldado y hacerle ver que puede contar con nosotros.
Ejemplos de adulto a adulto:
Ejemplos de adulto a niño:
Empezamos el mensaje negativo con un “PERO” para introducir nuestro rechazo a la petición o crítica constructiva sobre la conducta que queremos cambiar. Deberemos de ser breves, concisos y respetuosos.
Ejemplos de adulto a adulto:
Ejemplos de adulto a niño:
Acabamos el sándwich dando un mensaje positivo, y si fuera posible, le intentamos ayudar para que encuentre una solución. Es muy importante finalizar nuestra crítica con palabras de ánimo y confianza, para motivarle al cambio. Después se le puede preguntar qué opina él/ella sobre nuestro comentario, o bien dejar que reflexione sobre ello.
Ejemplos de adulto a adulto:
Ejemplos de adulto a niño:
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* Imágenes de Macrovector y freepik.es
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