La técnica del Sándwich es una técnica muy interesante dentro de la comunicación asertiva, que se emplea tanto entre adultos, como de adultos a niños. La comunicación asertiva es esencial para poder defender nuestros derechos, sentimientos y necesidades sin miedo a ser rechazados y a sentirnos culpables, y respetando al otro sin que se sienta atacado.
¿En qué contexto se aplica la Técnica del Sándwich?
La Técnica del Sándwich puede aplicarse en multitud de situaciones, pero debemos de tener en cuenta que no la podemos utilizar de forma sistemática, ya que perdería su eficacia. La podemos utilizar para:
- Hacer una crítica constructiva sobre algo.
- Realizar una negativa a una petición.
- Mostrar desacuerdo ante una decisión.
- Cuando queremos cambiar la conducta del otro.
- Pedir un favor a un compañero.
- Negar un favor a un compañero.
- Dar tu opinión sobre un concepto delicado.
¿En qué consiste exactamente la Técnica del Sándwich?
La Técnica del Sándwich consiste en realizar una negativa a una petición inmediata o una crítica a una conducta del otro, introduciendo antes y después de ésta dos mensajes positivos. Se trata de un mensaje de 3 capas:
- La primera capa será un reconocimiento o refuerzo positivo de la petición o conducta realizada.
- La segunda capa será la crítica o petición de cambio.
- La tercera capa, será una acción de gratitud o halago.
Al tener dos mensajes positivos, nos ayuda a que el interlocutor reciba mejor nuestra crítica y no perciba solo el mensaje negativo. Así evitamos que éste pueda enfadarse y sea más probable que acepte nuestro desacuerdo.
Esta técnica también puede aplicarse a niños a partir de 5 años y es efectiva para reducir las conductas disruptivas. Deberemos de tener en cuenta, que los más pequeños requieren saber siempre lo que esperamos de ellos. Así, ante cualquier conducta que queramos cambiar, la técnica deberá de aplicarse justo después de que aparezca para que sea lo más efectiva posible. Los tres mensajes nos permitirán reforzar sus fortalezas y logros, mejorando en última instancia su autoestima, realizar una crítica constructiva sobre una conducta que queremos reducir, y motivarlo para que mejore su desempeño en un futuro.
Las tres capas son primordiales y deberán de estar bien preparadas para que tenga éxito la técnica. Por ello, vamos a poner varios ejemplos con cada paso, y a partir de aquí solo deberemos entrenar los mensajes positivos que más nos representen.
Pasos a seguir para aplicar la Técnica del Sándwich
Paso 1: Mensaje positivo
El primer mensaje a introducir será positivo, amable, breve, conciso y verdadero, que se relacione con la crítica o la petición. El objetivo último será que la otra persona o el niño se sienta respaldado y hacerle ver que puede contar con nosotros.
Ejemplos de adulto a adulto:
- Sabes que me lo paso muy bien contigo siempre.
- Entiendo que quieras pedirme este favor y te lo agradezco.
- Sabes que eres mi mejor amigo y no quiero decepcionarte.
Ejemplos de adulto a niño:
- Estoy muy contento/a porque has aprendido a estar quieto cuando te lo he pedido.
- Soy feliz de ver que tus amigos cuentan contigo.
- Estoy muy orgulloso/a de ti porque sabes respetar el turno y ser paciente.
Paso 2: Mensaje negativo
Empezamos el mensaje negativo con un “PERO” para introducir nuestro rechazo a la petición o crítica constructiva sobre la conducta que queremos cambiar. Deberemos de ser breves, concisos y respetuosos.
Ejemplos de adulto a adulto:
- Pero no puedo ayudarte en este asunto, creo que debes resolverlo solo.
- Pero mañana he quedado con Laura y no puedo ayudarte.
- Pero creo que no estás siendo sincero con tu madre y esto podría llevarte a futuras discusiones con ella.
Ejemplos de adulto a niño:
- Pero hoy he debido insistirte varias veces para que dejaras de moverte de un lado a otro en el supermercado.
- Pero creo que deberías de ser más amable con ellos y dejarles tus juguetes.
- Pero cuando esperas tu turno deberías escuchar a los otros para pensar y escoger la mejor respuesta.
Paso 3: Mensaje positivo
Acabamos el sándwich dando un mensaje positivo, y si fuera posible, le intentamos ayudar para que encuentre una solución. Es muy importante finalizar nuestra crítica con palabras de ánimo y confianza, para motivarle al cambio. Después se le puede preguntar qué opina él/ella sobre nuestro comentario, o bien dejar que reflexione sobre ello.
Ejemplos de adulto a adulto:
- Sé que eres capaz y tienes muchos recursos parar superar este obstáculo tú solo. Confío mucho en ti.
- ¿Por qué no le pides ayuda a María? Creo que ella mañana tiene la tarde libre y seguro que estará encantada de echarte una mano.
- Lo que más me gustaría es que estuvieras bien con ella, por lo que creo que deberías de dar el primer paso y ser valiente.
Ejemplos de adulto a niño:
- Por lo que quiero que las próximas veces estés cerca de mí y caminemos tranquilos, como muy bien sabes hacer en otras ocasiones.
- De este modo, ellos estarán más contentos contigo, y también te dejarán sus juguetes, así podréis compartir mutuamente vuestros gustos y os llevaréis mejor.
- Así podrán entenderte mejor y te sentirás más comprendido y acogido, porque tu opinión es igual de importante que la de los otros.
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