La Discalculia es una dificultad de aprendizaje en el cálculo, específica de las matemáticas, y que se presenta en la etapa escolar. El aprendizaje de las matemáticas no es algo sencillo. Muchos de nosotros a lo largo de nuestra vida de estudiantes, hemos tenido conflictos con mayor o menor grado de dificultad.
De la misma manera, en el lenguaje hablado y escrito sucede lo mismo, debido a que implica un alto nivel de abstracción. Es decir, se trata de un procedimiento arbitrario reglado, en el que se asignan diferentes agrupaciones, que con posterioridad, deben relacionarse mediante diferentes operaciones y que son vitales para el desarrollo del niño y su vida diaria.
Las capacidades numéricas y de cálculo requieren de sentido numérico, memoria, atención, lenguaje y control de las funciones ejecutivas. Cada una de estas áreas pueden verse afectadas cuando un niño presenta discalculia.
¿Cuándo se presenta la Discalculia?
A medida que avanzan los cursos escolares, la complejidad aumenta, y si no se asimilan los aprendizajes del curso, es muy difícil conseguir superar los objetivos del curso siguiente, ya que se trata de un aprendizaje que debe ser secuencial y no se puede saltar de una fase a otra. Las reglas numéricas no permiten entender aprendizajes posteriores si no se asimilan correctamente los anteriores. En ello radica el origen de su dificultad de aprendizaje.
Por tanto, se requiere una base sólida de los aprendizajes matemáticos, y si mediante refuerzo escolar no se mejora, es conveniente recibir una reeducación psicopedagógica adaptada a las dificultades de la discalculia que posea el niño.
¿Cuáles son los signos de alerta de la Discalculia?
- El niño hace uso de sus dedos para contar
- Le cuesta realizar cálculos mentales aproximados.
- Tiene dificultades para saber que operación debe aplicarse para la resolución de un problema.
- Presenta dificultades en la cuenta hacia atrás.
- Realiza errores de transcripción, como por ejemplo, cuando se le dictan los números.
- Le cuesta mucho memorizar las tablas de multiplicar, llegandósele a olvidar de un día para otro.
- Dedica mucho tiempo y esfuerzo en realizar los deberes de matemáticas, pero no se obtienen los resultados positivos adecuados.
- Puede manifestar con el tiempo cierta ansiedad o incluso bloqueo hacia la asignatura de matemáticas, ya que experimenta frustración que da lugar a una sensación de fracaso y vergüenza.
La Discalculia: ¿Sola o compañera de otras dificultades?
La discalculia es un trastorno de aprendizaje que está muy relacionado con la dislexia, ya que muchos niños con dislexia presentan dificultades en las matemáticas. Por lo que suele ser habitual trabajar en una misma reeducación psicopedagógica, los problemas de dislexia y discalculia.
Podéis visualizar nuestro artículo La Dislexia en la infancia para conocer más acerca de esta dificultad de aprendizaje y su relación.
El TDAH también es un trastorno que se relaciona con la discalculia, debido a que en el trastorno por déficit de atención, los niños tienen dificultades para centrarse en una tarea durante mucho tiempo y esto da lugar a que no asimilen los conceptos que requieren de gran concentración.
Podéis ver nuestro artículo TDAH: Trastorno de Déficit de atención con Hiperactividad para familiarizaros con este trastorno.
Recomendaciones a la reeducación psicopedagógica de la Discalculia
Para una adecuada reeducación de la discalculia, sería conveniente la realización de un mínimo de dos sesiones semanales de cada hora cada una de ellas, en las que el psicólogo/a o psicopedagogo/a trabajará con el niño para fortalecer el conocimiento y uso numérico y se realizarán ejercicios para que se consolide la línea numérica mental. El uso de actividades de juego para trabajar la discalculia resulta muy exitoso, ya que los niños experimentan las tareas con diversión y pueden verse mucho más motivados y menos acomplejados cuando es el caso.
Psicología infantil
¡Muy interesante!
Un saludo.
Muchas gracias.