La obesidad infantil es un problema de salud que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal en el cuerpo de los niños que se sitúa en el tejido adiposo. Esto implica problemas en su salud y pueden sufrir patologías asociadas a este exceso de grasa en su cuerpo. La obesidad infantil está pisando muy fuerte en la actualidad ya que cada vez hay más niños que la padecen, y es un problema muy importante, ya que afecta a su salud y su desarrollo.
Principales problemáticas de la Obesidad infantil
Debemos ser muy conscientes que hay un gran abanico de problemáticas que están relacionadas con la obesidad infantil, y por lo tanto, tomar consciencia de lo negativa que es y tomar medidas. A continuación os explicamos las complicaciones que puede padecer un niño con obesidad.
- Diabetes.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Presión alta.
- Colesterol alto.
- Enfermedades gastrovasculares.
- Problemas para conciliar o mantener el sueño.
- Sentimientos de inferioridad y baja autoestima.
- Actitudes antisociales y depresión infantil al sentirse rechazado o humillado por sus compañeros (Bullying escolar)
- Sobrecarga para los huesos y aparato locomotor, por lo que no mantiene una total libertad de movimiento y tendrá más dificultades para realizar ejercicio físico que los otros niños.
- Enfermedades del hígado.
- Trastornos de la alimentación. Anorexia o bulimia para intentar perder peso.
- Estreñimiento causado por el escaso aporte de fibra y la poca actividad física del niño.
- Infecciones en la piel al ocasionarse pliegues y acné debido al exceso de grasa en el cuerpo.
- Mala circulación de la sangre, apareciendo hematomas ante mínimos traumatismos.
- Asma u otros problemas respiratorios.
Factores de riesgo de la Obesidad infantil
- Dieta inadecuada. Dieta hipercalórica, abusando de alimentos ricos en azúcares y grasas.
- Sedentarismo. Baja actividad física del niño, con tiempos prolongados viendo la televisión, en el ordenador, jugando a la consola… Son actividades sedentarias en las que el niño no quema calorías y no gasta su energía.
Debe haber un equilibrio entre la comida, una dieta equilibrada en alimentos, y fomentar actividades que permitan consumir calorías, como serían juegos y deportes al aire libre. Así además, incrementamos la sociabilidad al realizar juegos de colaboración con otros.
- Estilo de vida de la familia. Si los padres son obesos hay más probabilidad de que el niño lo sea, dado a las rutinas y el estilo de vida que lleve la familia. Los niños siguen los mismos hábitos que sus padres y eso a la larga puede afectarles ya que interiorizan lo que ven en casa.
Si en su casa, de pequeño, sus padres acostumbran a cocinar alimentos fritos, el niño una vez adulto, puede acostumbrarse a hacerlo también. Es algo que siempre ha comido y estará habituado a ello.
- La comida como recompensa. La comida puede ser vista como una recompensa para el niño cuando se siente frustrado, agobiado, triste, inseguro, o incluso aburrido. Establece con la comida una relación de dependencia cuando experimenta estos sentimientos y le tranquiliza cuando come alimentos altos en calorías (chocolate, bollos, patatas, etc.).
- La economía familiar. La situación económica influye a la hora de comprar alimentos. Los cereales, galletas, y en general, los alimentos altos en carbohidratos, son más económicos y se conservan durante más tiempo.
Antes ofreceros unas pautas sobre cómo actuar ante la obesidad de vuestro hijo (consejos totalmente válidos también para la prevención de la obesidad infantil), queremos mostraros el vídeo «Plato del bien comer» de Chécate Mídete Muévete, en el que se explica a través de unos niños, cómo es una alimentación sana y que mantenerse activo y hacer ejercicio es muy beneficioso para la salud de los niños.
Consejos para padres: prevención y actuación de la Obesidad infantil
- Los cambios en la alimentación deben darse de forma gradual para que éstos sean efectivos. Podéis establecer un menú semanal en el que la pérdida de peso se vaya consiguiendo poco a poco, ya que las dietas que ofrecen pérdidas de peso muy rápidas son mucho más restrictivas y son menos beneficiosas a nivel emocional y físico.
- Debéis ser constantes y manteneros firmes con el menú semanal que habéis confeccionado y darle apoyo a vuestro hijo en todo lo que pueda ir experimentando en el proceso.
- Informar a vuestro hijo de cómo es una alimentación sana y equilibrada. De esta manera le enseñaréis como habrá que comer a partir de ahora. Para que se sienta más motivado, podéis proponerlo como un juego. Os aconsejamos que colguéis en la cocina la pirámide de alimentos para que vuestro hijo pueda verla siempre y podéis hacerle un juego de preguntas para enseñarle a combinar los alimentos de forma correcta.
¿Si comemos pescado, que más podemos comer?, ¿y qué comeremos de postre?.
- Estimular a vuestro hijo para que coma ciertos alimentos, proponerlo cómo algo nuevo, y reconocer sus esfuerzos y logros.
Introducir un nuevo alimento que nunca había comido a su dieta habitual.
- Es importante que tengáis en cuenta las cantidades a la hora de comer según la edad del niño. No necesitarán las mismas cantidades de comida un niño de 8 años que un niño de 13.
- Limitar las comidas fuera de casa. Si queréis ir a comer a algún restaurante, debéis escoger bien dónde ir. Evitar los restaurantes que sirven cantidades grandes de comida y alimentos hipercalóricos, como serían los restaurantes de comida rápida. Es recomendable que vayáis a algún restaurante que ofrezcan variedad en sus productos y que las cantidades que sirvan sean adecuadas.
- Comer en familia siempre que se pueda. Así podréis ayudar en los hábitos de vuestro hijo y ver si lo está haciendo bien. Además, favorece la sociabilidad con la familia.
- Enseñar a vuestro hijo que se debe comer con tranquilidad. Comer despacio permitirá que se de cuenta si aún sigue con hambre o si ya se has saciado. Así evitará comer más de lo que su cuerpo necesita.
- Comer sin distracciones. Si come viendo la televisión, el niño no notará las alarmas de su cuerpo de que ya está saciado y seguirá comiendo, más de lo que necesita comer.
La televisión y las distracciones aumentan la ingesta de comida innecesaria.
- Actividad física. Vuestro hijo debería realizar algún tipo de actividad física por lo menos tres veces por semana. Puede ser ir en bicicleta, jugar a algún deporte, natación… Es importante que encontréis una actividad con la que vuestro hijo disfrute.
- Responsabilidad en el supermercado. Cuando vayáis a comprar, es aconsejable que hagáis hecho previamente una lista con los alimentos que queréis comprar y ceñiros firmemente a lo que habéis anotado en la lista. También es aconsejable que vayáis al supermercado después de haber comido para que vuestro cuerpo no sienta la tentación de comprar productos hipercalóricos que no están en la lista. Así os aseguraréis que en casa sólo hayan los alimentos adecuados para realizar el menú semanal que habéis propuesto para la familia. Es importante que todos comáis igual aunque la obesidad la padezca solamente el niño.
Cuando estéis en el supermercado, dejad que vuestro hijo participe en la búsqueda de productos para que se involucre más.
Lectura recomendada: Cuento sobre la alimentación saludable
El viaje de Brócoli
«El viaje de Brócoli» es un cuento muy divertido para que los niños tomen conciencia de la importancia de una alimentación saludable y de esta manera ayudemos a combatir la obesidad infantil.
También puede interesarte:
* Dibujo de portada del artículo «Niña golosa» realizado por Anilina
* Dibujo «Pirámide de alimentos» realizada por Freepik.es y editada por Psico Ayuda Infantil
Psicología Infantil